Desde que Aroa y yo construímos esta pequeña casa, hemos ido haciendo varias reformas, tomando prestadas algunas cosillas.
Pero ha llegado el momento de que conozcáis a las dueñas de esta casita (cabecera del blog y perfil).
Además, hemos dado una mano de pintura a sus paredes, que falta le iba haciendo.
Creo que el resultado ha quedado bastante bien y me temo que quedará así por muuuuuuuuuuuucho tiempo.
Sentimos mucho si estas reformas os han causado algún contratiempo, pero creímos que eran totalmente necesarias para que esta casa, construída desde el amor, quedase a nuestro gusto.
“(…) no devenimos madres necesariamente cuando parimos al niño, sino en el transcurso de algún instante de desesperación, locura y soledad en medio de la noche con nuestro hijo en brazos. Cuando la lógica y la razón no nos sirven, cuando nos sentimos transportadas a un tiempo sin tiempo, cuando el cansancio es infinito y sólo nos resta entregarnos a ese niño que expresa nuestro yo profundo y no logramos acallar, entonces nuestra madre interior ha nacido.”
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