“(…) no devenimos madres necesariamente cuando parimos al niño, sino en el transcurso de algún instante de desesperación, locura y soledad en medio de la noche con nuestro hijo en brazos. Cuando la lógica y la razón no nos sirven, cuando nos sentimos transportadas a un tiempo sin tiempo, cuando el cansancio es infinito y sólo nos resta entregarnos a ese niño que expresa nuestro yo profundo y no logramos acallar, entonces nuestra madre interior ha nacido.”

Laura Gutman

lunes, 16 de abril de 2012

17 de abril de 2007

No, no, no me he equivocado con el título.
Hoy me voy a remontar al 2007, para contaros el porqué esta fecha, el 17 de abril, ha pasado a ser un día especial en mi vida.
Como os avancé en la entrada del sorteo, hubo un 17 de abril especial. Y, sin embargo, a pesar de serlo, el día que comencé a escribir en este blog no fui consciente de ello. Y cuando, poniendo la entrada del sorteo, me di cuenta de que el blog lo había creado justo en esa fecha, el corazón me dio un pálpito, de alegría, por supuesto.
En realidad la cosa no es para tanto, aunque para mí, esa fecha no se borrará jamás.

Ese día, el 17 de abril de hace 5 años, era la fecha señalada en el calendario para que, un mes más, la menstruación hiciese su aparición. Pero no lo hizo. Tampoco lo hizo el día siguiente, ni el siguiente más, ni la semana que vino después, ni los meses posteriores ...
Ese día, algo estaba ya floreciendo en mí.


Podrá parecer algo absurdo, pero para mí es algo que me ha marcado.
En ese momento comencé a ver la menstruación no como algo sucio, desagradable, cansino. Sino como esa parte tan importante de cada mujer que hace posible la vida. Cada ser humano que mece la Madre Tierra, incluso los de aquellos cuyos corazones se han apagado antes de tiempo, son fruto del jugo carmesí que se desprende de nuestros cuerpos.
Entonces entendí también el baile de la vida y la muerte: así como una vida se tiene que despedir para dar paso a otra, así nuestra menstruación debe cesar para que nuestro cuerpo cree a un nuevo ser.
Y, si lo miramos bien, acabamos siendo lo mismo que fuimos antes de comenzar a vivir.

Puede parecer triste.
Sin embargo, creo que es pura magia

3 comentarios:

  1. Precioso Anuska.

    Déjame que te cuente algo "especial" para mí. Con mi primer embarazo yo también experimenté esa sensación del "baile de la vida y la muerte", esa consciencia.... pero de otro modo.

    Mientras mi hijo crecía dentro de mí, despedía a mi madre. De algún modo sé que se cruzaron en ese viaje, uno de ida y ella de vuelta...

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  2. Anuska, eres pura poesía...
    Tus palabras invitan a reflexionar desde el optimismo. Haces mucha falta!
    Diana, la mamá de Xavi.

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  3. Que bonitas palabras y que bonita reflexión.

    QUE DICES!!!!!!! no es para nada una tontería!!!! para mi igual. El día que me enteré que estaba embarazada (mis reglas no fueron nunca puntuales) fue la mar de especial.

    Un beso

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