“(…) no devenimos madres necesariamente cuando parimos al niño, sino en el transcurso de algún instante de desesperación, locura y soledad en medio de la noche con nuestro hijo en brazos. Cuando la lógica y la razón no nos sirven, cuando nos sentimos transportadas a un tiempo sin tiempo, cuando el cansancio es infinito y sólo nos resta entregarnos a ese niño que expresa nuestro yo profundo y no logramos acallar, entonces nuestra madre interior ha nacido.”

Laura Gutman

sábado, 18 de septiembre de 2010

EL APEGO III (La química del apego seguro, Los tabúes, Referencias)

LA QUÍMICA DEL APEGO SEGURO

Llegados a este punto, considero conveniente hacer mención a lo publicado en la web Bebés y más sobre la química del apego, y que transcribo literalmente:

Las hormonas son las encargadas de regular los sistemas del cuerpo y ayudar al individuo a reaccionar frente al medio ambiente. Una de estas hormonas es el cortisol, producida por las glándulas suprarrenales. Una de sus funciones es ayudar a las personas a afrontar el estrés y hacer ajustes corporales para hacer frente a situaciones de peligro. Para que el cuerpo funcione adecuadamente debe haber un equilibrio en los niveles de cortisol, si hay muy poco el cuerpo se “apaga”, si hay mucho se convierte en angustia.

El cortisol es una de las hormonas que desempeña un papel importante en las respuestas emocionales del individuo. Al revisar la calidad de apego entre madre e hijo, los investigadores han encontrado que el apego seguro mantiene al bebé en equilibrio emocional. Un vínculo inseguro, una respuesta inadecuada a las necesidades del bebé acostumbra a éste a un bajo nivel hormonal, lo que lo convierte en apático o puede mantener constantemente estrés debido a la alta concentración hormonal en su organismo traduciéndose en bebés angustiados.

El niño está en un estado hormonal que le proporciona bienestar, se esfuerza por mantener ese estado. Los científicos están confirmando que las mamás siempre han sabido que su presencia es importante para mantener la química hormonal del bebé.

No sólo la crianza con apego proporciona un equilibrio químico en los bebés. También ayuda a la madre. El comportamiento materno, especialmente la lactancia materna da lugar a un “torrente” de las hormonas prolactina y
oxitocina. Estas hormonas ayudan a la mujer a tener sentimientos maternales. De hecho puede decirse que son la base biológica de la intuición materna. Los niveles de prolactina aumentan de diez a veinte veces dentro de los treinta minutos después que comienza la lactancia materna.

La mayor parte de ella se irá de nuevo dentro de una hora. La prolactina tiene una acción corta, con la finalidad de obtener la respuesta de la madre de amamantar con frecuencia. Como dato curioso la oxitocina es una de las hormonas implicadas en el enamoramiento adulto.

Criar con el corazón
definitivamente es lo mejor para los padres, hijos y la sociedad en general. Por algo nos ocurre algo fisiológicamente con la maternidad y la paternidad, de esto la biología lo sabe muy bien.

REFLEXION FINAL: LOS TABÚES

Tras todo lo expuesto, podríamos hacer una reflexión de la crianza con apego, un breve resumen que nos haga entender que, tras este término tal vez desconocido para algunos, lo que se esconde en realidad no es nada nuevo ni que se haya inventado nadie, sino simplemente un modo de criar a nuestros hijos de forma respetuosa y cariñosa.

Y nada mejor que terminar con las palabras siempre claras y acertadas del pediatra Carlos González, recogidas de su libro “Bésame mucho”, cuando hace referencia a los tabúes de nuestra sociedad, esos que se han instalado de tal forma que impiden el que muchas madres puedan disfrutar de ese derecho.

Nuestra sociedad, tan comprensiva en otros aspectos, lo es muy poco con los niños y con las madres. Estos modernos tabúes podrían clasificarse en tres grandes grupos:

- Relacionados con el llanto: está prohibido hacer caso de los niños que lloran, tomarlos en brazos, darles lo que piden.

- Relacionados con el sueño: está prohibido dormir a los niños en brazos o dándoles pecho, cantarles o mecerles para que duerman, dormir con ellos.

- Relacionados con la lactancia materna: está prohibido dar el pecho en cualquier momento o en cualquier lugar; o a un niño “demasiado” grande.

Casi todos ellos tienen una cosa en común: prohíben el contacto físico entre madre e hijo. Por el contrario, gozan de gran predicamento todas aquellas actividades que tiendan a disminuir dicho contacto físico y a aumentar la distancia entre madre e hijo:

- Dejarlo solo en su propia habitación.

- Llevarlo en un cochecito o en uno de esos incomodísimos capazos de plástico.

- Llevarlo a la guardería lo antes posible (…)

- Enviarlo de colonias y campamentos lo antes posible y durante el mayor tiempo posible.

- Tener “espacios de intimidad” para los padres, salir si niños, hacer “vida de pareja”.

Aunque algunos intentan justificar estas recomendaciones diciendo que es “para que la madre descanse”, lo cierto es que nunca te prohíben nada cansado. (…) En realidad, lo prohibido suele ser la parte más agradable de la maternidad: dormirle en tus brazos, cantarle, disfrutar con él.

Tal vez por eso, criar a los hijos se hace tan cuesta arriba para algunas madres. (…)”


REFERENCIAS:

CARLOS GONZÁLEZ - “Bésame mucho. Cómo criar a tus hijos con amor”. Ediciones Temas de Hoy, S.A. 2003, 2006

LAURA GUTMAN – Artículo “Nosotros, los depredadores de la cría humana”

http://es.wikipedia.org/wiki/Crianza_con_apego

http://www.bebesymas.com/ser-padres/la-teoria-del-apego-de-john-bowlby

http://www.bebesymas.com/desarrollo/la-quimica-del-apego-seguro

http://www.criarconapego.com/informacion/el-apego/

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