El día 7 de marzo de este año, con motivo del día de la Mujer Trabajadora, se celebró en el teatro Jofre de Ferrol (A Coruña) un acto para conmemorar dicho día.
Entre las diversas actuaciones que se representaron por parte de grupos de mujeres de la zona, estuvimos nosotras, integrantes del grupo de apoyo a la lactancia y crianza natural
A Brazos, del que formo parte desde hace bien poquito, pero que me han acogido con los brazos abiertos y del que me siento ya como una más.
Lo que representamos fue, en primer lugar, una escenificación de la
Fábula Del Perro, El Gato y La Gallina (cuento escrito por el pediatra Carlos González, mi Dios, como el de otras muchas mamis). A continuación, Mónica (la narradora de la fábula) hizo un breve recorrido por el corazón de A Brazos, lo que somos, lo que pensamos, lo que sentimos, que hacemos, dónde lo hacemos, además de los oportunos agradecimientos. Y, finalmente, escenificamos diversas situaciones cotidianas sobre los comentarios que suelen hacernos a las mamás que criamos con apego (colecho, lactancia prolongada, percentiles, etc).
Realmente todas las integrantes del grupo (ya hubiesen participado activamente o no), estamos realmente orgullosas del resutado. Personalmente, creo que dimos a entender perfectamente nuestro modo de ver la maternidad, el parto y la crianza de nuestros hijos.
No os podéis imaginar el subidón que invadía nuestros corazones los días siguientes. Fue como si gritásemos al mundo que hay otra forma de hacer las cosas, otra forma más respetuosa tanto para la madre como para el bebé. Y esto está haciendo que, en los últimos días, estén surgiendo nuevos proyectos en el seno de A Brazos, que ojalá se lleven a cabo, porque la causa lo merece.
Los futuros papás y mamás no pueden tener por más tiempo una venda en los ojos, una venda puesta a propósito para sacar partido (económicamente, sobre todo). No podemos dejar que unos cuantos ¿impresentables? hagan creer a las mamás y papás que lo mejor para criar a un hijo es educarlos bajo un autoritarismo desmedido, dejarles llorar para que aprendan a no molestar a mamá o papá, o dedicarles un mal llamado "tiempo de calidad".
No podemos permitir que nuestros partos sean medicalizados hasta el límite, no respetando nuestra intimidad, nuestra postura deseada en cada momento, nuestro tiempo natural. No podemos callarnos ante tantas cesáreas, episiotomías, oxitocinas, enemas, posturas imposibles, separación de mamá y bebé, etc.
Ahora es nuestro momento y necesitamos gritarlo bien alto.
Así que, sin más, os dejo el resultado de dos semanas de mucho pensar, de ensayos, de memorizar, de compras apresuradas, de costura incluso de las que no habíamos cogido hilo y aguja previamente ... pero, sobre todo, de dos semanas muy intensas que todas vivimos con emoción y mucha ilusión.
Espero que os guste.
http://www.youtube.com/watch?v=asNt5U0NALY&feature=relatedhttp://www.youtube.com/watch?v=pFo7rdz3hoY&feature=relatedhttp://www.youtube.com/watch?v=SrCDiZAXWEA&feature=related