Siento haberme ido sin avisar.
Siento no haber puesto una entrada explicando el motivo de mi ausencia.
Siento estar perdiendo una gran cantidad de información, artículos, vivencias, experiencias, noticias, etc.
Siento los correos sin contestar, las llamadas sin responder y las visitas sin realizar.
Pero hemos pasado dos meses en una casita cerca de la playa, todavía nos quedan dos semanas, pero hoy hemos venido a casa a traer algunas cosas. Y he aprovechado para leer los numerosíiiiiiiiiiiiiiiiiiisimos mails y ponersos esta entrada.
La verdad que está siendo un verano estupendo, sobre todo para Aroa, que está disfrutando del campo y la playa de lo lindo: mi "piruleta" (como yo la llamo), desbocada, descalza, sin horarios, con mamá y papá al 100% (bueno, papá al 50% que no tuvo vacaciones), sin compromisos, sin protocolos ni restricciones, con un buen estirón, sin catarros, libre ... Cómo estoy disfrutando al verla!
Echo mucho de menos el blog, el correo, los foros de mamis ... Pero, por otro lado, el vivir sin ordenador durante estos dos meses, ha sido una bendición. Es una contradicción, lo sé, pero así lo siento. Os recomiendo una temporada sin tecnología alrededor: la paz absoluta.
Espero estar de vuelta pronto.
Gracias por los comentarios que algunas me habéis dejado, y perdón por no haber respondido y no haberlos publicado antes.
Un beso.
“(…) no devenimos madres necesariamente cuando parimos al niño, sino en el transcurso de algún instante de desesperación, locura y soledad en medio de la noche con nuestro hijo en brazos. Cuando la lógica y la razón no nos sirven, cuando nos sentimos transportadas a un tiempo sin tiempo, cuando el cansancio es infinito y sólo nos resta entregarnos a ese niño que expresa nuestro yo profundo y no logramos acallar, entonces nuestra madre interior ha nacido.”