“(…) no devenimos madres necesariamente cuando parimos al niño, sino en el transcurso de algún instante de desesperación, locura y soledad en medio de la noche con nuestro hijo en brazos. Cuando la lógica y la razón no nos sirven, cuando nos sentimos transportadas a un tiempo sin tiempo, cuando el cansancio es infinito y sólo nos resta entregarnos a ese niño que expresa nuestro yo profundo y no logramos acallar, entonces nuestra madre interior ha nacido.”
martes, 19 de junio de 2012
Cuaderno de la naturaleza I: proyecto para verano.
Lo hemos llamado "Cuaderno de la naturaleza".
En él, pretendemos plasmar todo aquello que, durante las vacaciones, nos encontremos en cualquier lugar, y que tenga que ver con la naturaleza.
El proyecto cuenta con dos cuadernos:
- uno de ellos es un bloc pequeño, que he forrado con fieltro. En él, Aroa dibujará todo aquello que desee, que tenga relación con la naturaleza. Se trata de que dibuje lo que esté viendo en ese momento, que se fije en los detalles de las cosas para plasmarlos en papel: en los colores, las formas, las dimensiones ...
- el otro cuaderno es el propio "cuaderno de la naturaleza". En él, irá pegando los dibujos que vaya haciendo en el cuaderno anterior (como veis, no ha podido esperar a las vacaciones, y ya ha pegado dos dibujitos de flores que ha visto en casa de mi madre).
También iremos añadiendo alguna que otra actividad que le vaya proponiendo.
Este último cuaderno lo hemos hecho con cartulina para las pastas de fuera.
Goma eva para reforzar el borde izquierdo.
Folios reciclados que teníamos por casa (esos que tienen algún que otro dibujillo y que se pueden aprovechar para seguir dibujando en ellos).
Hemos hecho 4 agujeritos y atado con unos cordones de unas zapatillas que se le han quedado ya pequeñas. Así, podemos ir añadiendo más páginas al cuaderno.
En sucesivas entradas, os iré mostrando cómo vamos rellenando este cuaderno: actividades, cuentos, juegos, etc
Os animáis a hacer un proyecto similar?
miércoles, 13 de junio de 2012
"Sostenerse en los Sueños" - Carina Tacconi
Cuando el alma empieza a imponerse al ego los procesos que se viven son intensos, todo lo que armamos hasta el momento se cae, se desestructura, el agua te inunda y solo toca entregarse a que la vida te lleve. En esa pérdida absoluta de poder del ego, esa renuncia impotente, radica el mayor acto de entrega y fe a la existencia.
(...)Hay momentos en este camino en el que todo parece derrumbarse y aquello que una vez tenía sentido deja de tenerlo. Es allí en esos momentos donde recordar el propósito que el alma trae, ser en la tierra el amor incondicional que es en el cielo, es lo único que de verdad sostiene el viaje. De lo contrario, qué sentido tendría para el alma vivir semejante experiencia.
(...)
Es un fragmento de una entrada que publica Carina Tacconi en su blog, La Educación Del Ser.
Os invito a leerla entera. Para ello, pinchad aquí.
domingo, 10 de junio de 2012
Echar a volar
Pero finalmente, comencé a derribar parte de esa muralla, hasta dejarla a una altura no muy alta, para que no fuese imposible de saltar; y no muy baja, para que también conociese el esfuerzo que se requiere para alcanzar lo que hay al otro lado.
Y creo que, al fin, estoy dejando volar a mi pequeña.
Y si soy sincera, puedo afirmar que ha sido harto difícil. Difícil para mí, pues durante todo este tiempo mi niña se convirtió en el eje central de mi vida, llegando a veces a depender yo de ella y no al revés, incluso emocionalmente, y creo que eso llegó a asfixiarla bastante. Pero sobre todo, ha sido difícil para ella, pues no sólo ha estado intentando enfrentarse al mundo que iba descubriendo día a día, sino también al mundo interior de mami: un mundo complejo, lleno de inseguridades, temores, inquietudes, inexperiencia, miedo, ...
Pero, por circunstancias de la vida, por grandes mujeres con las que me he topado desde que soy madre, por situaciones que he vivido, por libros que han llegado a mí, por experiencias que me han ido llegando de otras madres, por "casualidades" que me han ido sucediendo y, sobre todo, por la llegada de mi hija, por todo esto y por muchas cosas más, he ido tomando conciencia de muchas cosas. Las casualidades han ido dejando paso a sucesos a tener en cuenta, a pistas para tomar decisiones, a respuestas a los miles de interrogantes, etc.
Y por todas esas circunstancias, y por la consciencia que cada día se expande más y más en mí, estoy dejando que mis propias alas comiencen a desplegarse.
Tan sólo asoman vagamente, porque han estado demasiado tiempo replegadas. Intentan abrirse tímidamente, con cautela. Porque lo que hay por delante, aunque con ganas de descubrirlo, es algo desconocido.
Pero tienen ganas de volar.
Y ahora que han dado el primer paso, siento que ya no hay marcha atrás.
sábado, 2 de junio de 2012
Hasta la corona de las princesas
Yo, que cuando nació mi niña prohibí a todos los que conocía que le regalasen ropita rosa, con lazos ni puntillas, pues no quería que mi hija pareciese un dulce de fresa (siento si hiero sensibilidades, pero es que no soporto el rosa bebé de los pies a la cabeza ni las niñas con lazos hasta en las braguitas). Los juguetes que entraban en casa eran desde muñecas hasta pelotas y coches. Nunca hicimos distinción entre "cosas para niñas y cosas para niños". De hecho, una de las primeras entradas de este blog, la dedicaba a la pasión de mi hija por las excavadoras, camiones, etc.
Pues ahora me veo en la tesitura de que mi niña no quiere nada que no sea ROSA.
No es que no me guste el color dichoso. Sino que llega un momento en que te aburre sobremanera cuando ves que tu hija llega a preferir tomarse un helado de fresa pese a que el sabor no es el que más le agrada, sólo porque es de color rosa.
Yo, que nunca me maquillo ni me pinto las uñas, que no uso tacones, que no voy "a la última" ... Pues viene mi enanita y me pregunta un día que por qué mis zapatos son todos tan bajitos.
Pero ahí no acaba la cosa.
Siempre he dejado en ella poder de decisión. Creo que es bueno para ella que pueda escoger lo que le gusta y no le gusta. Desde hace ya tiempo, normalmente es ella la que decide qué se quiere poner, e incluso vamos a comprar su ropa las dos juntas.
Pero últimamente esto se está convirtiendo en un quebradero de cabeza para mí. En los comercios es ver algo rosa y querer llevárselo de inmediato aunque no hayamos ido específicamente a comprar algo, sino sólo a echar un vistazo. Sólo quiere ponerse ropa de color rosa y no permite que mami prefiera que un día se ponga unos vaqueros.
Y todo esto me plantea dudas.
No sé si hago bien en que ella escoja siempre lo que ha de ponerse.
No sé si en algo he fallado y la he incitado de alguna manera que no consigo ver, a que se crea una princesita que no puede salir de casa si no va mega perfecta.
No sé si esto va en los genes o es que la entrada al cole y la influencia de sus nuevas amigas tiene algo que ver.
Quiero pensar que es cosa de la edad, que es algo pasajero.
Aunque me queda la satisfacción de que todavía no me ha pedido que le ponga lazos en el pelo. Mientras tanto, tendré que aguantar estar rodeada de rosa.