“(…) no devenimos madres necesariamente cuando parimos al niño, sino en el transcurso de algún instante de desesperación, locura y soledad en medio de la noche con nuestro hijo en brazos. Cuando la lógica y la razón no nos sirven, cuando nos sentimos transportadas a un tiempo sin tiempo, cuando el cansancio es infinito y sólo nos resta entregarnos a ese niño que expresa nuestro yo profundo y no logramos acallar, entonces nuestra madre interior ha nacido.”
viernes, 30 de marzo de 2012
La frase del día
Si se es capaz de tomar conciencia de cada hecho que nos sucede, tal vez sepamos encontrar una razón, un porqué de los acontecimientos que vivimos.
martes, 27 de marzo de 2012
Sorteo de segundo cumpleblog
El próximo 17 de abril, hará 2 años que comencé esta andadura en el blog La Casita de Aroa.
Y casualidades o no, hace unos días me di cuenta de que ese 17 fue un día especial, y más adelante os contaré el porqué, pero tendréis que esperar unas semanitas a que llegue ese día.
Mientras tanto, he decidido hacer un sorteíto. Todavía no sé qué será. Tal vez dos cositas: algo para mami y algo para los peques. Lo que sí tengo claro es que será algo hecho por mí, algo sencillo.
Pero para participar, os pido algo a cambio:
- que dejéis un comentario en esta entrada a cerca de un pensamiento vuestro: una frase, una cita, un razonamiento, una conclusión a la que hayáis llegado, un dicho que os hayáis inventado ... cualquier frase de vuestra propia cosecha que os haya salido del corazón por la razón que sea en cualquier momento de vuestra vida.
- que pongáis vuestro correo para poder contactar con el/la ganador/a.
Tan sólo eso.
El sorteo lo haré el mismo día 17 de abril y el resultado aparecerá el día 18.
Os animáis?
miércoles, 21 de marzo de 2012
¡Mujer!
Y aquí va mi aportación:
¡Mujer!,
Os animáis ahora vosotras a participar?
lunes, 19 de marzo de 2012
Dejando la teta?
Por aquel entonces, yo no estaba preparada para terminar esa etapa.
Durante unos días, (en realidad fueron semanas) estuve convencida de que la lactancia se había terminado. Fue un gran bache. Pero como ya he dicho, yo no estaba preparada y mi duelo de lactancia fue enorme.
Sufrí en silencio, sin saber que sólo era eso: un bache. Y sin saber que un buen día, casi 3 semanas después de no probar NADA de teta, oiría las palabras mágicas "mami, tetiña!", y nuestro "baile tetil" (me gusta esta expresión aunque no esté bien dicha) comenzaba de nuevo.
Pero durante ese duelo que se me hizo eterno, escribí una carta a mi hija (como suelo hacer en ocasiones especiales), que quiero mostraros:
jueves, 19 de noviembre de 2009
Mi linda Aroa, la luz de mis noches. Has llegado a mi vida para llenar mi corazón de sensaciones nuevas, desconocidas para mí.
Desde que te sentí en mis brazos, supe cómo quería criarte, educarte. Supe que los tópicos de la lactancia no habían sido escritos para nosotras.
Hubo quien quiso que no existiese ese vínculo, quien pretendió que llenase la casa de biberones. Querían buscar tiempo libre para mí, pero yo sólo quería estar contigo, quería ser yo la única q te alimentase, y un segundo sin ti era un segundo vacío para mi.
He derramado muchas lágrimas por las dificultades iniciales, porque no sabía cuáles eran tus necesidades, porque todavía no había aprendido a escucharte. Sólo cuando entendí lo que buscabas, cuando entendí que amamantar no sólo era dar leche a un bebé, cuando tú me hiciste ver que el tiempo es algo efímero y sin sentido cuando ambas podíamos disfrutar de la lactancia, sólo entonces empecé a disfrutar de este don que tenemos las mamás.
Hemos tenido varios baches a lo largo de estos 21 meses, yo he caminado a tu lado y tú al mío. Ambas establecimos un código único para las dos, un lenguaje secreto desconocido para los demás. La palabra “teti” pronunciada por ti, ha sido la mejor de las medicinas en momentos de bajón. El saber que me necesitabas, que sólo yo podía satisfacer tus necesidades en ese momento, el ver tu sonrisa cuando levantabas mi camiseta, esa sonrisa que iluminaba toda la habitación incluso a oscuras, me ha hecho sentirme la mamá más feliz del mundo.
No pienses que soy egoísta, tan sólo es amor de madre. Es la sensación de haber disfrutado de algo tan maravilloso que, cuando tienes que desprenderte de ello, no tienes más remedio que estar triste.
Hoy por fin he dejado de negar la realidad, hoy he decidido que tengo que dejar que sigas tu camino, que yo ya no puedo controlar todo tu mundo. He comprendido que tienes que crecer, que poco a poco has de ser más independiente de mamá y que, aunque de otra forma, yo seguiré estando a tu lado, dándote toda la protección y el respaldo que vayas necesitando en cada etapa de tu vida.
Mi pequeño tesoro, pequeño en tamaño pero grande en sentimientos, un día leerás esto y te preguntarás porqué mamá estaba tan triste. Yo no puedo explicarte realmente el porqué. Tan sólo espero poder dejarte el legado de lo mucho que he aprendido a quererte (y lo que me queda todavía). Espero que cuando seas mamá, puedas sentir lo que yo estoy sintiendo ahora, es doloroso, lo sé, pero es en este momento cuando más me he dado cuenta de todo lo que se puede llegar a querer a un hijo, de todo lo que se puede llegar a transmitirle a través de la lactancia.
Mamá está triste, pero también está contenta de haber llegado hasta aquí, sobre todo porque, antes de tenerte, ni se me había pasado por la imaginación amamantar durante todo este tiempo. Mamá está contenta porque sabe que una parte de mí siempre estará contigo. Mamá es feliz porque has sido tú la que has decidido el momento en que querías dejar atrás una etapa y comenzar con la siguiente, sin presiones, sin sentirte obligada. Mamá es feliz porque sabe que tú eres feliz.
Alguien ha obrado un milagro en mi vida. Y ese milagro eres tú. Gracias por haber llegado a mi vida.
Te quiere:
Mamá
Volviendo a leer esta carta, se me saltan las lágrimas recordando aquellos momentos. Se me encoge el corazón al pensar lo mal que me sentía cuando todo el mundo me daba la enhorabuena porque Aroa había dejado la teta, pues yo no quería palabras de alegría, yo quería que llorasen conmigo, que me acompañasen en mi dolor. Pero casi nadie lo entendió.
Pero ahora es diferente.
Como os habréis dado cuenta, he cambiado la imagen de mi perfil. Ahora aparecen los piececitos de mi pequeña. Porque de nuevo comenzamos otra etapa.
El comienzo del cole ha traído muchos cambios. Entre ellos, que Aroa ya no está tan interesada en la teta como antes. Lleva ya varios meses que no quiere la teta para dormirse, en su lugar, se acurruca entre mis brazos, le canto, le cuento un cuento, le hago unos masajes en los pies ... lo que a ella le apetezca.
Incluso cuando se despierta de noche, le basta con tenerme cerca, una caricia mía en su mejilla, y se vuelve a dormir, sin su "tetiña". Y ahora además, casi siempre duerme toda la noche, cosa que no ocurría hasta hace muy poco.
Pero es que además, por el día, son raras las veces que quiere teta. Algún día que otro, en momentos de necesidad de mimos extra: llega cansada del cole, se ha lastimado, etc.
Y como dije, ahora es diferente.
Esta vez, no hay duelo. La teta está ahí para cuando quiera, evidentemente, pero ya no siento el dolor que sentí entonces.
Ambas hemos disfrutado muchísimo con la lactancia, no sé si yo más que ella a pesar de las dificultades.
Pero es una etapa que ya se va quedando atrás; o al menos eso creo, igual me da una sorpresa un día y vuelve a mamar como hace 2 años.
Pero en este momento puedo decir que ambas estamos preparadas para pasar página y cambiar de capítulo. Nos hemos impregnado de cada momento, hemos disfrutado y hemos aprendido la una de la otra. Y ahora toca pasar a otra etapa.
Tan sólo me queda una sensación de morriña, añoranza, nostalgia, y el ser consciente de que mi niña está creciendo, que está dejando de ser ese bebecito adorable al que mamá le cantaba "Cinco lobitos tiene la loba..."
jueves, 8 de marzo de 2012
Las emociones son como las contracciones del parto ... (por Mónica Manso)
Se suele decir que las cosas, sean buenas o malas, nunca vienen solas. Y lo secundo.
Estos días estoy preparando una charlita para el grupo A Brazos, sobre las emociones de la mamá puérpera, pero a la vez, estoy atravesando por innumerables emociones personales, tal vez despertadas al recordar ciertas cosas vividas en mi propio puerperio.
El caso es que, casualidad o no, me he encontrado con estas palabras de Mónica Manso que me han hecho esbozar una sonrisa y pensar: "¡Claro, es verdad, así es, totalmente de acuerdo ...!".
Lo comparto con vosotros porque realmente no tiene desperdicio.
Las emociones son como las contracciones del parto…Como olas que llegan… te atrapan con su energía que va en aumento hasta llegar a un punto álgido… y si las dejas que sigan su ritmo, van descendiendo hasta desaparecer…Ambas son solamente energía que podemos acompañar con la respiración para transitar y transmutar…Y esa energía también la podemos estancar con nuestro pensamiento, entonces se convierte en dolor….
miércoles, 7 de marzo de 2012
Pintando con acuarela y algo de primavera.
Aquí os dejo algunos de sus dibujos, que ahora están decorando un rincón de nuestro salón.
Y aprovechando que la primavera está cerquita, os dejamos con unas fotos de casa de los abuelos tomadas por Aroa. Le apasiona sacar fotos a las flores, así que a partir de ahora, tendré que tener la batería de la cámara bien cargada.
jueves, 1 de marzo de 2012
Cuando el tojo encontró su alecrín.
Nací sin que nadie me avisase.Dedicado a alguien muy especial.
Crecí fuerte y robusto,
con aspecto espinoso, desafiante.
Me convertí en un ser fuerte.
Odiado por muchos,
comprendido por pocos.
Pero una mañana de primavera,
de mis ramas brotaste tú, alecrín.
Dorado como el sol,
brillante, bello, dulce, suave.
Y cambiaste mi apariencia.
Sigo siendo el mismo,
mis espinas siguen ahí,
pero los demás me ven de otro modo,
como soy en realidad:
la dulzura con cuerpo robusto.
Dispuesto a enfrentarme a todo,
a crecer en los terrenos más áridos,
a defender mi derecho a existir.
Pero dispuesto también a mostrar mi otra cara,
mi tesón, mi lucha, mi paciencia.
Mi hermosura, mi calidez dorada
cuando mis flores resplandecen.
Porque la Madre Tierra así lo ha querido,
me ha escogido por mi valor,
pero también por mi capacidad para ayudarte.
Mira el conjunto, no sólo la apariencia.
No tengas miedo a abrazarme,
no soy tu enemigo,
sólo un aliado,
si sabes cómo mirarme.