Hoy quiero compartir con vosotros este precioso texto de Mónica Manso, de su blog Maternidad Consciente.
Se suele decir que las cosas, sean buenas o malas, nunca vienen solas. Y lo secundo.
Estos días estoy preparando una charlita para el grupo A Brazos, sobre las emociones de la mamá puérpera, pero a la vez, estoy atravesando por innumerables emociones personales, tal vez despertadas al recordar ciertas cosas vividas en mi propio puerperio.
El caso es que, casualidad o no, me he encontrado con estas palabras de Mónica Manso que me han hecho esbozar una sonrisa y pensar: "¡Claro, es verdad, así es, totalmente de acuerdo ...!".
Lo comparto con vosotros porque realmente no tiene desperdicio.
Se suele decir que las cosas, sean buenas o malas, nunca vienen solas. Y lo secundo.
Estos días estoy preparando una charlita para el grupo A Brazos, sobre las emociones de la mamá puérpera, pero a la vez, estoy atravesando por innumerables emociones personales, tal vez despertadas al recordar ciertas cosas vividas en mi propio puerperio.
El caso es que, casualidad o no, me he encontrado con estas palabras de Mónica Manso que me han hecho esbozar una sonrisa y pensar: "¡Claro, es verdad, así es, totalmente de acuerdo ...!".
Lo comparto con vosotros porque realmente no tiene desperdicio.
Las emociones son como las contracciones del parto…Como olas que llegan… te atrapan con su energía que va en aumento hasta llegar a un punto álgido… y si las dejas que sigan su ritmo, van descendiendo hasta desaparecer…Ambas son solamente energía que podemos acompañar con la respiración para transitar y transmutar…Y esa energía también la podemos estancar con nuestro pensamiento, entonces se convierte en dolor….
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